TOPIC:

Muy oportuno y valido tu escrito. China ha encontrado --conXi Jinping su Maximo y capaz lider actual-- sobrevivir en el comercio internacional, internamente con un capitalismo global en produccion, pero sin libertades ni  en emprendedurismos personales, en sus estructuras de produccion y comercio interno, ni externo.  
Las empresas de esos sectores productivo y de servicios, aún las creadas con capital extranjero   --el 20% de las empresas chinas exportan a Estados Unidos sus productos inicialmente originados en EUA--  estan poseidas y con ganancias controladas mayoritariamente  por el Estado chino Central, cuya dirigencia mas visible y protagónica son los miembros del Partido Comunista y Militares chinos.

Contrario a lo que hace Rusia, China cree  y fomenta el comercio (la ruta de la seda) y la paz  (sin renunciar a ser AL MISMO TIEMPO una competitiva potencia nuclear a nviel mundial), para hacer avanzar sus planes imperiales y sustituir a Estados Unidos, las naciones de la Union Europea (Inglaterra, Alemania paises escandinavos, Francia, Italia) y  Japón al frente del mundo desarrollado.

Donde tienen la piedra en el zapato: A priori, China NO  acepta que sus ciudadanos,  tengan derechos anteriores y superiores al Estado. Al nacer y para el resto de sus vidas,  NO son personas libres,  con libertad y dignidad personal.

El ciudadano chino por definicion ideologica y de por vida es un subdito del Estado, en todas sus actividades de la vida para sobrevivir y progresar, hasta que muera.

DATO: En la ultima década el Estado chino sacó de la pobreza a mas de 80 millones de chinos pobres. Pero en vez de volverlos clase media, sin ser pobres los hicieron aún mas dependientes del Estado chino en su vida personal, social y ciudadana. Es verdad que son pobres, ahora son más subditos del Estado ingresos, actividades laboralses, vivienda, y en servicios  sociales,  recreacion, arte, turismo y transporte.

Prueba del desafio, por ahora, insoluble que tenemos, se evidencia muy bien en el ambiente cubano de Miami: Si un millonario --como Carlos Saladrigas y su seguidores-- invierte en una empresa exportadora en China comunista, "esta promoviendo la democracia estadounidense en China", pero si invierte en Cuba, "es un comunista, un quedadito más en Miami".

Gerardo, como ves lo que has escrito tiene mas que suficientes potencial para uno o varios  Conversatorios, Foros o actividades exploratorias/informativas u otras de esa misma índole.

Espero que democracia participativa acepte el reto, lo amplíe, profundice, analice y explore más. Porque sí tiene la capacidad para todo eso y.....mucho más también.

Desde 1972, la política exterior y comercial de Estados Unidos ha favorecido constantemente a China. Se afirmaba que el comercio con China promovía la paz mundial; sin embargo, ya es hora de quitarse semejante venda de los ojos. China nunca ha estado a la altura del optimismo injustificado de los países democráticos. Como descubrió el pueblo de Hong Kong, China no es libre y ahora tampoco lo son ellos. Por tanto, Estados Unidos debe enfrentar con vigor esta gran amenaza por lo que es y oponerse a sus propósitos hegemonistas y expansionistas antes de que sea demasiado tarde.

¿Cuánto tiempo más los dirigentes de Estados Unidos ignorarán deliberadamente la mayor amenaza de su historia? Una amenaza aún más espantosa de la que experimentaron en su enfrentamiento bélico a Japón y Alemania en la II Guerra Mundial.

La escena política nacional ha llegado a un callejón sin una salida aparente. Demócratas y republicanos, liberales y conservadores, están empantanados en un profundo desacuerdo, descartan todo tipo de negociación y diálogo y fracasan miserablemente en los propósitos de estabilizar el país y de desarrollar una política exterior coherente y firme.

Algunos sectores conservadores, desesperados frente al desorden, la desmoralización y el derrumbe económico, proponen una convención constitucional como salida a la crisis creciente. ¿Es una buena idea? Reformar una Constitución que ha servido de base para el progreso y el equilibrio democrático del país por más de 2 siglos puede resultar contraproducente en un ambiente desestabilizador como el que vive el país. Porque los peligros de una convención constitucional no pueden ser desestimados. Si nos guiamos por la experiencia de otros países, la reforma suele ser desastrosa.

Cuando estalló el COVID, los tecnócratas desarrollaron pautas para contener el virus... y los políticos en contubernio aprovecharon la crisis para aplicar subrepticiamente otras reformas. Se ignoraron y pisotearon garantías constitucionales. De repente, un pequeño grupo de "expertos en salud pública", manipulados por un científico con ínfulas de infalibilidad, movilizó a los dirigentes políticos para cerrar oficinas, escuelas, iglesias y otros lugares donde la gente se reunía o donde se desarrollaba la actividad comercial y económica del país. Las calles solitarias daban la impresión de pueblos fantasmas. Vivir la buena vida se convirtió menos en experiencias agradables y más en quedarse en casa. En consecuencia, decenas de miles de pequeños y medianos negocios cerraron. Los políticos y los tecnócratas lograron en pocas semanas el control total de la población.

A medida que la pandemia se desarrolló y las pautas establecidas sólo sirvieron para desmantelar una economía en crecimiento, los hechos irrefutables obligaron a prescindir de muchas de esas primeras pautas y medidas forzosas pero el daño ya estaba hecho y la población ya quedaba adiestrada a tolerar el control estatal a cambio de una mal concebida "seguridad". Por tanto, la sociedad necesita perentoriamente salir de este sopor consecuente y responsabilizar a los tecnócratas de salud pública y a los políticos que impulsaron medidas forzosas por los graves errores cometidos durante los dos primeros años de la pandemia. Y, sobre todo, para exigir un regreso al sistema de respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales de los ciudadanos ... de todos los ciudadanos, sea cual sea su orientación política o su condición social.